Dominio: una palabra usada con cautela en el golf
Se necesita dominio, sí, pero en el golf es…complicado. Por @SpaceFerView: golfista en serio y licenciado con placa en la entrada de su oficina. Dominio…¿en el golf? Siempre que me preguntan quién es el mejor golfista de la actualidad, o incluso de todos los tiempos, difícilmente sé que contestar. Y es que hablar de que
Se necesita dominio, sí, pero en el golf es…complicado.
Por @SpaceFerView: golfista en serio y licenciado con placa en la entrada de su oficina.
Dominio…¿en el golf? Siempre que me preguntan quién es el mejor golfista de la actualidad, o incluso de todos los tiempos, difícilmente sé que contestar.
Y es que hablar de que cualquiera de sus personalidades domine el deporte te puede dejar muy mal parado al pasar un par de meses.
Si alguien puede ser considerado el mejor, al menos por un año, puede darse por bien servido.
Con su deporte hermano el tenis comparte historia, raíces, además de jugarse también en su máximo nivel en torneos internacionales y de ser una competencia individual.
Pero en el golf es muy raro que sean los mismos 3 ó 4 los que arrasan con la temporada y con los torneos de Grand Slam año tras año: aquí es común que cada año haya un nuevo ganador de major.
La peculiaridad del caso Brooks Koepka.
Y ahora tenemos una rara situación: La misma persona que ganó el US Open en 2017 lo defendió en 2018, mismo año en que ganó el PGA Championship y lo defendió este 2019.
Si bien son 4 victorias de Brooks Koepka en los últimos 10 majors, no es lo mismo que tener que ir hasta el US Open de 2016 para encontrar un ganador distinto a los “tres grandes” del tenis mundial.
Esto se debe a que en un curso del golf, mantener un nivel de excelencia semana a semana cuesta mucho trabajo.
Y si se tiene la mala fortuna de entrar en un bache físico o mental, un golfista se puede ir despidiendo no sólo del éxito, si no de su carrera profesional.
En 2015 Jordan Spieth parecía invencible pero terminó sucumbiendo en 2016 ante la potencia del australiano Jason Day, quien a su vez dejó el trono para el norteamericano Dustin Johnson en 2017.
Johnson retuvo la corona por más de año y medio, para finalmente tener que ceder el puesto ante el embate que ha mantenido por casi dos años su mejor amigo, Brooks Koepka.
Un dominio como pocos: llamando la atención dentro y fuera del campo.
Por eso es justo darle un espacio al que, aunque con unos pocos altibajos, ha venido ocupando desde octubre del año pasado el #1 del OWGR (Official World Golf Ranking): Brooks Koepka.
Un atleta que ha logrado lo que pocos: llamar la atención tanto por su desempeño fuera de las cuerdas, como por lo logrado dentro de ellas, y vaya que ha logrado mucho.
Koepka tiene 29 años, nació, estudió y vive en Florida y es como todos los nuevos valores del golf, una persona que gusta de la exposición pública en las redes sociales y que sin duda no tiene miedo al qué dirán.
Famoso por sus noviazgos con modelos o por subir videos en centros nocturnos donde sale tomando champaña en los trofeos que ganó apenas horas antes.
¡O por tomarse fotos con un traje de baño diminuto, hasta osar decir alguna vez que “el golf es aburrido”!
No todo es el personaje: detrás hay trabajo duro.
Pero sin duda el “personaje” de Brooks Koepka será recordado en realidad por otras cosas más importantes.
Por demostrarnos que los atletas que entrenan en el gimnasio 4 horas diarias han llegado en definitiva a apropiarse del golf.
Y por el hecho de no demostrar ningún temor en el campo y manifestar un dominio mental asombroso; por pegar hierros cortos que vuelan más de 125 yardas y aterrizan como malvaviscos.
Y claro, por ser el primer jugador en la historia en ganar dos majors y al mismo tiempo defenderlos ambos exitosamente espalda con espalda.
Ahí nomás.