Opinión

Journeymen: el trabajo más difícil en el mundo del golf

En todo deporte o espectáculo hay protagonistas que se llevan la atención. Aunque también gracias al elenco de apoyo, como los journeymen. Por @SpaceFerView: golfista en serio y licenciado con placa en la entrada de su oficina. En cualquier espectáculo o deporte, es sensacional ser la estrella. ¿Pero qué hay de aquellos que completan el

28 Jun, 2019
Journeymen: golfistas muy importantes, pero sin fama ni gloria.

En todo deporte o espectáculo hay protagonistas que se llevan la atención. Aunque también gracias al elenco de apoyo, como los journeymen.

Por @SpaceFerView: golfista en serio y licenciado con placa en la entrada de su oficina.

En cualquier espectáculo o deporte, es sensacional ser la estrella. ¿Pero qué hay de aquellos que completan el elenco? En el golf, esos imprescindibles son los journeymen.

En golf, un journeyman es aquel jugador que es lo suficientemente bueno para jugar año tras año en el tour, pero nunca lo suficiente como para ganar continuamente o simplemente, ganar. 

Un Tour considera como relevante en sus libros hasta el Top 25 y el PGA tiene, por ejemplo, 125 profesionales con tarjeta Regular: aquellos que clasifican a sus Playoffs

Bueno, si quitamos los Top 25, los 100 restantes (y unos 200 ó 300 jugadores más) son considerados journeymen

Para ellos, la vida no va de volar en jets privados, hacer comerciales de palos (o cereales) o tener lujosas casas o tres restaurantes con una placa con su nombre en la puerta. 

Como cualquier persona con un sueldo promedio, a veces se complican porque, entre otras cosas, pagan hipoteca, no traen un auto último modelo, viven lejos de su familia 9 meses al año y en muchas ocasiones viajan en campers de ciudad en ciudad acompañando el circo.

Haciendo otros cálculos, no precisamente de yardas.

Will McGirt, de 40 años, un journeyman que ha probado las mieles del triunfo una sola vez…¡EN 230 OPORTUNIDADES!

Esta “población flotante” del Tour es la que sirve para que las 10, 15 ó 20 figuras del golf se luzcan en un field compuesto regularmente por 160 jugadores: sirven para que los grandes destaquen, para que queden por encima de ellos los Tiger, los Rory, los Mickelsons.

Al entrar a un torneo, no todos cobran un sueldo. Sólo los que pasan el corte, que son los 60 mejores, y empates de las dos primeras rondas y que ganan el derecho de jugar sábado y domingo. Los otros 100, de regreso a su casa y sin cobrar. 

Cuando pasan el corte, entonces sí perciben una cantidad que va aumentando conforme mejoran su puesto en el torneo, partiendo de $15,000 dólares (lugar 60) hasta llegar a los $75,000 (lugar 26) aproximadamente.

Así, en promedio, un journeyman gana $30,000 dólares por torneo, nada mal por supuesto, pero si consideramos que de ello tiene que pagar de entrada 10% al caddie, luego al coach, al representante, al contador y demás staff, además de pagar boletos de avión o gasolina de su auto para viajar, estancias en hoteles, tres comidas diarias, etc. $30,000 puede ser una cantidad un poco apretada. Recordemos que un deportista individual es en sí, una pequeña empresa.

La verdad es que, si no llegan las luces de los reflectores, un golfista profesional se las puede llegar a ver negras y todo por perseguir el sueño de ganar.