Opinión

Es más que un juego o un deporte: ¡El futbol es la vida!

¡Que nunca se acabe la magia del futbol!

Yo vivo enamorada del futbol, porque es la vida misma.

8 Abr, 2019
Lindsey Horan celebrando un gol. ¡El futbol es vida! Foto del USWNT Team.

¿Usted de qué está enamorado? ¡Yo del futbol! De su magia.

El futbol es más que un deporte, es el que más gente practica en el mundo: basta un par de rocas haciendo las veces de postes y un balón o algo que asemeje una pelota.

Recuerdo mi niñez rodeada de futbol, mi madre fiel seguidora de sus Chivas Rayadas y del Real Madrid, una mujer que convivió con 9 hermanos de los cuales 8 fueron varones.

Las horas de sus domingos pasaban entre campos ‘llaneros’ donde ver a sus hermanos en el ‘Valencia Gallos FC’ eran repletas de recuerdos memorables. Y así transcurrieron más de 20 años de mi madre viendo y viviendo el futbol.

Crecí sabiendo que ser aficionada al Real Madrid era una exigencia, pero también para mi familia; algo incluido en el ADN de mi apellido materno o en el Acta de Nacimiento.

No tengo presente el primer recuerdo de un partido de los Merengues visto por televisión, lo que sí recuerdo, son tardes interminables jugando fut.

Mi primer ídolo fue Manolo Sanchis y la Quinta del Buitre, ¡qué gozada! Jugaba a ser Manolo. Después llegó Hugo Sánchez y mi amor por el club se volvió inagotable, como hasta hoy.

A los 11 años, 1985; mi madre nos llevó a mi hermano y a mí por primera vez al Santiago Bernabéu. Una noche antes, no pudimos dormir de la emoción.

Fue un juego de Copa de la Liga de España; y mi primer Clásico, mi Real Madrid ganó el encuentro al FC Barcelona en tanda de penales. ¡Y conocí a Sanchis!

Pero esa noche amé por completo al arquero español José Manuel Ochoterena. Mi madre no paró de gritar toda la noche: ¡Tenemos a Ochoterena!

Regresamos a México, y en mi pequeña maleta una foto que mi padre me compró afuera del estadio, llegué a casa y le dije a mi abuelo: ¡Me traje a Manolo

La foto de Sanchis es uno de mis grandes recuerdos. Y tesoros. Y el jersey de Juan Manuel.

El futbol femenino.

Foto de WWWFShow.

Pero en 1999 conocí el futbol FEMENINO. Mi más grande amor. Inexplicable.

Mi madre trabajaba, en ese entonces, en una universidad en México, y viajó a una capacitación en Pasadena. Ya con 25 años y además en ese momento desempleada, mi madre me llevó a su viaje.

México jugó en el grupo B contra Alemania, Brasil e Italia, no sumó un solo punto. En el Rose Bowl me tocó ver el partido entre Alemania e Italia con marcador final de 1–1. ¡Y la gran final!

Más de 90,000 personas. Una locura total. La gente estuvo volcada alentando al equipo local, Estados Unidos ganó en tanda de penales a China.

Recuerdo cada minuto de los tiros de pena máxima, la primera Carla Overbeck, defensa con el número 4, después Joy Fawcett con un tiro impecable, continuó Kristine Lilly con sangre fría y vino la estrella más grande, para mí; que ha dado el futbol femenino, Mia Hamm y lo marcó.

Verla jugar era un deleite, magia en estado puro en sus pies. La obra final la concretó otra ‘maga’, Brandi Chastain. ¡Campeonas! Por segunda ocasión Estados Unidos ganaba la Copa del Mundo, con un equipo icónico y plagado de estrellas: Briana Scurry, Julie Foudy, Michelle Akers, Kate Markgraf, por mencionar algunas, todas ellas dirigidas por Tony DiCicco.

Mujeres y hombres que labraron el camino para lo que hoy conocemos, para lo que hoy amamos, para lo que hoy tanto nos apasiona.

Francia 2019

Asistiré a mi cuarta Copa del Mundo Femenina. ¡Qué fácil se dice! Faltan poco más de 60 días para que inicie y la cuenta regresiva marcada con la fecha en mi teléfono hace que sonría cada vez que la miro. ¿Sueños? Muchos, uno solo recurrente.

¡Golazo, Lindsey Horan sella la victoria! ¡Estados Unidos nuevamente Campeonas del Mundo!

No imagino otra cosa que no sea que mi Juli regrese a casa con esa medalla de Campeona del Mundo, ha trabajado, y sufrido; tanto por ella que la merece, y sí, como la merecen las otras 551 futbolistas que asistirán, pero yo digo que ella más. ¡Y así será!

Usted podrá ser o no aficionado al futbol u otro deporte. Pasión, entrega y amor, describen mi afición.

Los últimos 5 años he visto más de 250 partidos de futbol femenino, de esos, más de 85 han sido del Equipo Nacional de Estados Unidos. Sí, unos por trabajo, la mayoría los he disfrutado como aquella final en Pasadena en 1999 donde comenzó mi romance.

Y ayer, 7 de abril, tuve oportunidad de ver a todas mis “magas”, sin duda: ¡El mejor partido de mi vida! 

Pero este espacio no se trata de mí, se trata del futbol, esa ‘pelotita’ que entrando a una portería y golpeando la red enloquece a millones sin importar credo, raza, nacionalidad y etc.

Por eso: ¡El futbol es la vida!