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Regulación de cannabis: ¿en dónde estamos entonces?

Hemos visto cómo se ha caminado en la regulación de la cannabis, ¿pero en qué va el proceso?

En nuestro episodio anterior, vimos cómo se ha caminado en el camino de la regulación de cannabis para uso medicinal lo que la COFEPRIS todavía no ha hecho. En esta entrega veremos dónde estamos parados.

Como lo hemos visto, la Suprema Corte ha dictaminado que el uso de cannabis está estrictamente relacionado con el desarrollo de la personalidad, por lo que el Congreso estaba obligado a legislar para permitir que pueda ser utilizada de manera legal con fines recreativos.

Varios años tarde, pero finalmente, después de solicitar varias prórrogas, que porque no habían leído bien, que porque querían dizque preguntarle a la sociedad, que sí por la cuarentena del 2020, que si que porque no se ponían de acuerdo y varios pretextos más…

Finalmente el Senado de la República, el pasado 19 de noviembre, aprobó en el Pleno el dictamen de la Ley Federal para la Regulación de la Cannabis que permite el consumo legal de cannabis con fines recreativos en México.

La ley establece esencialmente que los adultos podrán consumirla con fines recreativos y también legaliza el cultivo, producción, consumo, distribución, industrialización y venta de esta planta y sus derivados.

Todo ello bajo control federal con la creación del Instituto de Regulación de Cannabis, que será un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud.

En resumen.

En el camino de la regulación para el uso adulto, estamos esperando a que los diputados lean (esperemos que completo), discutan y aprueben en el Pleno, el dictamen previamente aprobado el 19 de noviembre por los Senadores.

Si lo aprueban, se lo turnan al presidente para que lo firme y se publique en el Diario Oficial de la Federación.

Por mandato de la SCJN debía suceder antes de que concluir el periodo legislativo (15 de diciembre), pero los diputados aplazaron la discusión sobre regulación del uso de la mariguana hasta febrero de 2021.

Entonces debemos decir que, no, todavía no podemos prender un gallo en plena libertad, nada de zacatito pa’l conejo, nada de ir a que María nos pague, nada de saca la mostaza (no, todavía no Nay Salvatori. Ya merito, esperemos).

No toda la cannabis es pa’ ponerse chido.

También seguiremos esperando a que el Estado mexicano nos garantice el derecho a no sentir dolor y a tener a nuestra disposición todos los tratamientos médicos y medicamentos necesarios para el tratamiento de nuestras enfermedades.

COFEPRIS tiene pendiente el reglamento, y por ahí dicen que tampoco hay pa’ cuando, pero están obligados a presentarlo en enero del 2020. A ver si es cierto. Yo ya no les creo nada, desde el 2017 en esas estamos…

Sin duda seguiremos en este pedregal con respecto a la mariguana, porque este caminito no está nada parejito para andar.

Harta piedra hay. Ahí les voy contando como se la sacan nuestras autoridades. ¿Se aventarán el trompo a la uña o no? ¿Nos uniremos a la ola verde mundial, o seguiremos nomás “milando’’?

Seremos los ciudadanos los que tendremos que seguir exigiendo que se garanticen todos nuestros derechos para el uso (el que sea) de la cannabis, planta milenaria y parte fundamental de nuestra cultura mexicana.